Londres, como una de las capitales del mundo, está llena de actividades todo el año. No sólo los conciertos de alto nivel, digno de uno de los países que más bandas y músicos exporta la mundo, sino de singulares y variadas celebraciones. Recién comenzado el año está el “New Year’s Day Parade”, el primer acontecimiento del público, lleno de carrozas y bandas de música a través de todo el West End.
En febrero suceden las peculiares carreras de los panqués tanto en Carnaby St. En Soho como en Spitalfields en East end, una curiosidad digna de verse. El 17 de marzo sucede una de las grandes celebraciones británicas: el día de San Patricio. El fin de semana previo se celebra una gran fiesta en Trafalgar Square y en Kilburn, lugar donde vive parte de la comunidad irlandesa, se celebran muchas fiestas más. Pero la culminación de la cuaresma llega el Viernes Santo con el Hot Cross-Buns Service en la iglesia de San Bartolomé el Grande, en Smithfield, una ceremonia con muchos siglos y que da pie para poder conocer el norte de la ciudad.
Pasando esto, el 21 de abril se celebra el cumpleaños (verdadero) de la Reina con salvas de cañón en Hyde Park o en la Torre de Londres. Dos días después, la celebración de San Jorge, el santo patrón de Inglaterra; la cantidad de actividades este día es innumerable como es de imaginarse (por no mencionar las que se suscitan por ocasión de ser también el día del nacimiento y la muerte de Shakespeare).
Las flores son las protagonistas en mayo, en el Chelsea Flower Show celebrado en el Royal Hospital e inundando colores y aromas con las mejores flores del mundo. “Trooping the Colour”, el 17 de junio, es el desfile militar para festejar el cumpleaños oficial de la reina y aprovechar el buen tiempo; esto se lleva acabo en el Horse Guards Parade. A finales de ese mes, “Taste of London” se corona como uno de los festivales gastronómicos más importantes en el Regent’s Park. A partir de este mes y hasta agosto, se lleva acabo el Festival de la Ciudad de Londres con cientos de actividades.
Después del festival, en noviembre las ceremonias se tornan serias con la Apertura Oficial del Parlamento por la Reina (lleno de carruajes y nobles) y la “Remembrance Sunday Ceremony” donde la realeza y el Primer Ministro honran a muertos y heridos en las guerras.
Eso sí, en diciembre no puede faltar el espíritu navideño cantando villancicos Trafalgar Square frente al “Norweigian Christmas Tree”, regalo de Noruega por la ayuda británica durante la II Guerra Mundial. Este pequeño recuento es sólo un vistazo a las celebraciones mas británicas en Londres, la lista completa no cabría ni en un libro.
Indice de contenido
Gastronomía y donde comer en Londres
La comida nunca ha sido el punto fuerte de los viajes a Londres, de hecho muchos turistas muestran su rechazo por platos que consideran muy mal preparados. Si viaja a Londres no se pierda sus famosos desayunos, se toman entre 7 y 9 de la mañana e incluyen abundantes zumos, tocino, huevos fritos y patatas. Una auténtica comilona para muchos turistas extranjeros no acostumbrados a empezar el día con tantas calorías.
Algunos de los platos más tradicionales son el Roast Beef o el Yorkshire Pudding que es uno de los platos nacionales por excelencia, la tarta de anguilas, el Steak and Kidney Pie que es una especie de pastel hecho con carne picada y verduras. Pruebe el Baked Beans, se trata de un queso fundido sobre una tostada o por encima de rebanadas de tocino.
Entre los postres más populares, destacamos el Apple Pie que es una tarta de manzana caliente, las Custar que serían el equivalente a las natillas en el resto de Europa o los Summer Puding que son bayas con nata. En cuanto a bebidas no tendrá motivos para criticar a los británicos, en la ciudad se sirve una infinita variedad de cervezas de marca de casi todos los colores, texturas y sabores. También en algunos locales sirven sidra y por supuesto el té en el que destacamos el Earl Grey.
Sea prudente si tiene un presupuesto limitado, comer en la capital británica puede llegar a ser bastante caro en algunos locales. En Londres se concentran muchos restaurantes de talla alta, el Club Gascón por ejemplo, los platos son de diseño cuidado en lo que se denomina la cocina de autor.
Clarke’s Restaurant
Es un local muy popular en Londres, basa gran parte de su estrategia culinaria en preparar ensaladas, platos mediterráneos y frescos, bastante diferenciales de la mala comida inglesa,
Cocina oriental
Visite el China Town y entre en alguno de los muchos restaurantes chinos que existen en sus calles, por un precio muy módico podrá comer un menú y alejarse de la odiosa comida británica que muchos rechazan al llegar a la ciudad.
Si lo que quiere son restaurantes con vistas, visite el The Portrait o el Tate Modern Restaurant, están ubicados en el interior de estos grandes museos y a menudo es posible disponer de privilegiadas vistas al Río Támesis.
El Mon Plaisir es uno de los muchos restaurantes franceses que hay en Londres, el Rock and Dole Plaice un lugar donde degustar el típico fish and chips. El Belgo Central allí podrá tomar un plato de mejillones y un buen vaso de cerveza algo que es muy tradicional en algunas zonas de Londres, en este local los camareros van vestidos de monjes religiosos, está situado en el num.50 de Earlham Street.
Abadia de Westminster
La abadía original, en estilo románico, fue construida por los monjes benedictinos. Se reconstruyó en estilo gótico entre 1245 y 1517. La primera fase de la reconstrucción fue organizada por el rey Enrique III, como un santuario en honor a Eduardo el Confesor. Los trabajos finalizaron durante el reinado de Ricardo II. Enrique VII añadió una capilla dedicada a la Virgen María en 1503. Aunque la abadía estuvo sitiada por Enrique VIII durante la disolución de los monasterios en 1534 y cerrada en 1540, en 1550 se convirtió en catedral y se salvó de la destrucción gracias a su conexiones con la realeza.
La expresión inglesa “robbing Peter to pay Paul” (robar a Pedro para pagar a Pablo) procede de este periodo cuando el dinero destinado a la abadía, dedicada a San Pedro, se hizo llegar al tesoro de la Catedral de San Pablo. En 1640 sufrió diversos daños al ser atacada por puritanos pero fue protegida de nuevo por sus estrechas relaciones con el estado. Oliver Cromwell recibió un fastuoso funeral en la catedral en 1658 para ser desenterrado en enero de 1661 por orden de Carlos II.
Desde la coronación de Guillermo el Conquistador en 1066, todos los monarcas ingleses han sido coronados en la catedral, con la excepción de Jane Grey, Eduardo V y Eduardo VIII. El arzobispo de Canterbury es el encargado de realizar la ceremonia de la coronación. La silla de san Eduardo (“St, Edward’s Chair”), el trono en el que los soberanos se sientan en el momento de la coronación, se conserva en el interior de la catedral. Se podría decir que la iglesia, en su interior, funciona como un museo que posee auténticas reliquias.
Enrique III reconstruyó la abadía en honor a san Eduardo el confesor, cuyos restos reposan en el santuario. Enrique III está enterrado muy cerca, en la zona en la que reposan los reyes Plantagenet, sus esposas e hijos. Desde entonces, numerosos reyes y reinas de Inglaterra han sido enterrados aquí. Los aristócratas están enterrados en las capillas laterales y los monjes y las personas relacionadas con la abadía en otras zonas. Además, personajes que no pertenecen a la realeza como Charles Darwin, Ben Jonson, Charles Dickens, Isaac Newton, Rudyard Kipling, Henry Purcell, Laurence Olivier, entre otros, están enterrados en las galerías laterales de la Abadía de Westminster.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
