Dublin es la capital de Irlanda y se encuentra ubicada cerca del centro de la costa este de la isla, y es atravesada por el río Llifey. Primero ocupada por los vikingos, la ciudad siempre ha sido la mas importante en la historia de la isla, desde la edad media. La ciudad esta repleta de áreas verdes, hermosas construcciones de estilo georgiano y elegantes palacios del siglo XVI. Es además, la ciudad mas cosmopolita del país, donde llegan miles de inmigrantes cada año, mientras que millones se fueron de la isla entre los siglos XIX y XX. Hoy en día, Dublin representa el núcleo económico, administrativo y cultural de la isla, y posee uno de los índices de crecimiento poblacional más rápidos de cualquier capital europea.
Si desea viajar a Dublin, no olvide tener en cuenta las condiciones climáticas. La temperatura máxima en los meses de verano alcanza los 15 – 20º C. Durante los meses de invierno, las temperaturas oscilan entre los 4º C y los 8º C. En los meses de julio y agosto, hay 18 horas de luz solar, y se torna realmente oscuro alrededor de las 23:00 hrs. A pesar de la ciudad esta situada en una de las zonas mas secas de Irlanda, Dublin goza de precipitaciones alrededor de 150 días al año, y no es raro encontrarse con lluvias que duren una semana.
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Nos preparamos para el clima
El mejor consejo para que su viaje Dublin sea placentero, sin importar la época del año en que quiera visitar la ciudad, debe estar seguro de traer consigo ropa de lluvia, un sweater abrigado y algo de ropa un poco mas ligera, ya que las condiciones climáticas de la isla podrían darle más de una sorpresa.
Cuando decida hacer un viaje Dublín, no puede dejar de probar los típicos platos irlandeses elaborados con verduras, carne, pescado, mantequilla, y patata, ésta última considerada esencial en la dieta irlandesa.
Un rápido recorrido por su gastronomía
Un típico desayuno irlandés es normalmente a base de huevos, tocino, salchichas, fruta, cereales, tomate, pan y té, algo contundente para los que no están a acostumbrados.
En su viaje a Dublin, no dude en probar las deliciosas recetas de marisco, como las ostras frescas, las gambas y la langosta. Los mejillones son muy apetecidos en sopa, que también lleva verduras y crema de pescado. Uno de los platos mas consumidos por los turistas, son los langostinos a la dublinesa, que son empanados con un toque de cerveza. Los pescados ahumados también son muy consumidos, especialmente el salmón, y el rodaballo que se consume acompañado de salsa “Noilly Prat”, hecha a base de vermouth marsellés muy seco.
Otra bondad de viajar a tierras irlandesas, son sus tiernas carnes, gracias a la alimentación completamente natural que recibe el ganado. Algunas recetas que se deben probar son:
- Jamón asado al horno con clavos y azúcar.
- Chuletas de cordero con crema de menta.
- Faisán relleno de castañas.
- Estofado de ternera con cerveza.
- Guisado irlandés: el más típico plato tradicional elaborado con carne de cordero, patatas y verduras.
Para finalizar una rica comida, nada mejor que los postres irlandeses. Las fresas con crema y miel son muy típicas en verano, además de otras especialidades como el pudín de queso, la tarta de manzana o las galletas de avena.
Su cultura y belleza
Dublín es conocida por su historia y diversidad cultural, lo que ha dejado huella por toda la ciudad. La gran cantidad de escritores y artistas famosos que han nacido en Dublin , tales como W.B Yeats, Samuel Beckett, Seamous Heaney y Bernard Shaw, o el mismísimo Oscar Wilde, hacen que la literatura este muy presente en las calles, las costumbres y la vida diaria de esta hermosa ciudad.
Viajar Dublin le invita a recorrer el caso antiguo de la ciudad, donde podrá ver “La academia de estudios de inglés”, o los lugares más turísticos como el Trinity College, el castillo de Dublin, la Catedral de San Patricio, el Museo Nacional o el St. Stephens Green, entre muchos otros.
Con los viajes baratos a Dublin disfrutara de un viaje fascinante, donde podrá apreciar lo más tradicional de la ciudad que de a poco se despierta y moderniza. La gran cantidad de gente joven que abunda en sus calles, la infinidad de bares y restaurantes, como la belleza del paisaje y el olor de sus tierras, invitan a quedarse y no querer irse.
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