En Israel hay numerosos espacios naturales protegidos, y aunque el interés de los históricos rincones religiosos deja en segundo plano estos paisajes, los amantes de la naturaleza no deben dejar de visitar estos magníficos lugares.
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Naturaleza en Israel
Destaca el Parque Natural de Massada, que está en un monte del Desierto de Judea, a 400 m de altitud del Mar Muerto. Allí admiraremos una perfecta combinación de espectaculares acantilados y vertiginosos precipicios, en los que podemos apreciar una naturaleza salvaje e imponente. En la cima amesetada de la montaña están las ruinas de una maravillosa ciudad fortificada que mandó construir el emperador hebreo Herodes. Hasta allí se puede acceder desde un teleférico o andando por el llamado sendero de la serpiente.
En la zona de Nahal Ayoum podemos ver numerosas cascadas de gran altura surgidas de aguas procedentes del Líbano, y hay también enormes bosques como el de Yehudiza, donde habita una numerosa y variada fauna. En las reservas de Ein Afik hay áreas húmedas donde hacen escala numerosas especies de pájaros, que después seguirán hacia el sur.
Otro lugar impresionante es Hermon National Park, donde junto a los restos de una antigua urbe hebrea contemplamos la cascada más grande y espectacular del país. Si queremos relajarnos podemos ir a las fuentes termales de Gan Hash Losha, donde podemos tomar un baño relajante en piscinas naturales de agua caliente.
Viajes a Belén
Belén es importante inicialmente por ser el lugar de nacimiento del gran rey judío David, pero es casi mil años después donde nace en esta misma ciudad Jesús, el mesías de la religión cristiana. Según la Biblia, el padre de Jesús, José, era descendiente de David, y por eso acudió a su ciudad de origen para empadronarse, pero este hecho no está históricamente demostrado.
Belén fue conquistada en 1099 por tropas cristianas que participaban en las cruzadas, pero un siglo más tarde fue recuperada por los ejércitos islámicos. En 1947 queda bajo mandato de la ONU, pero conflictos posteriores la hacen pasar a manos de Jordania primero, posteriormente de Israel (1967) y finalmente de la Autoridad Nacional Palestina (1994).
En el lugar donde se cree que nació Jesucristo, el emperador Constantino mandó construir la Basílica de la Natividad, que es el auténtico referente espiritual y turístico de Belén. La Basílica del s.IV fue sustituida en el s.VI por otra de dimensiones mayores, que es la que hoy podemos visitar. En la época cruzada, en el s.XII, las paredes fueron embellecidas con preciosos mosaicos.
Los Franciscanos poseen un convento al lado de la Basílica, además de la Iglesia de Santa Catalina. También podemos visitar la Gruta de los Pastores, en la que la tradición sitúa el anunciamiento del nacimiento del mesías a los pastores por parte de un ángel. Según la tradición, el llamado Muro de las Lamentaciones es el último vestigio del Templo de Jerusalén, y está compuesto por enormes sillares de hasta 1´80 de ancho y 11 m de largo.
El primer templo, que data del s.X a.c, fue construido por el rey Salomón y destruido por Babilonia. El segundo (V a.c), fue destruido por los romanos, pero de él queda un muro exterior que el emperador Tito Vespasiano dejó en recuerdo de la derrota hebrea.
Turismo en Tel Aviv
Tel Aviv es el centro económico, comercial y cultural de Israel, y es considerada una ciudad de carácter moderno y cosmopolita. Nace como alternativa a la envejecida ciudad de Yafo (Jaffa en árabe), y en 1909 se compran los primeros terrenos para iniciar la nueva ciudad, quedando este año como el oficial en su nacimiento.
Es la capital del país de 1948 a 1950, pero después esta capitalidad se traslada a la ciudad de Jerusalén, centro espiritual de la religión judía. En el estilo urbanístico de la ciudad destacan los edificios del movimiento arquitectónico Bauhaus, importado por numerosos arquitectos hebreos que vinieron a la ciudad huyendo de la Alemania nazi. Son básicamente pequeños edificios con forma de cubo, techos planos y donde predomina el blanco. Esto hace que le sea dado el apelativo de “la ciudad blanca”.
Más adelante imperan nuevos estilos, donde predominan impresionantes y modernos rascacielos, que destacan en el sky line de la urbe israelí. Uno de los grandes atractivos de la ciudad son sus numerosas y enormes playas, que hacen las delicias de los turistas que la visitan, además de sus exóticos mercados y sus grandes centros comerciales.
Destaca su espléndido puerto deportivo, con más de 300 amarres para embarcaciones deportivas y de recreo. La vida nocturna es también vibrante, con centenares de pubs, discotecas conciertos o teatros. Con razón la llaman entonces “la ciudad que nunca duerme”. Yafo es uno de los barrios más bonitos de Tel Aviv, ya que es la parte más antigua y genuina de la urbe judía. Es una joya del entorno, la antigua ciudad bíblica desde donde Jonás sale al encuentro de la ballena. En su añejo paseo marítimo podemos degustar pescado, pasear por su precioso casco antiguo con estrechas callejuelas y numerosas mezquitas o comprar en sus rastros de antigüedades y ropa usada.
Uno de los mercados más populares es el llamado de los chinches, es un mercado suburbial de gran encanto donde se pueden encontrar muebles de anticuario, baratijas, alfombras, lámparas o vestidos vintage. También podemos comprar frutas y verduras en el enorme mercado de Carmel. En Tel Aviv hay también interesantes museos, como el Museo de Ate de Tel Aviv, con obras de muchos artistas de vanguardia del s.XX de origen judío, y encontramos también obras de Dalí, Cezanne o Monet.
En el Museo Eretz Israel muestran excavaciones arqueológicas de una antigua ciudad filistea y el Museo Bet Hatefutsoh está dedicado a la diáspora del pueblo judío. También podemos pasear por la calle Gordon, llena de galerías artísticas, por la populosa calle Dizengoff, ir al Palacio de la Cultura , a la Plaza de los Reyes de Israel o perdernos por el enorme Parque Iakkon, que es el más popular del país.
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